El término municipal de Alcorcón forma parte de la depresión del Tajo que separa las cuencas de los ríos Manzanares y Guadarrama. Su origen se remonta al siglo VIII y existen varias teorías sobre la procedencia de su nombre. Hay quienes apuntan que Alcorcón proviene de la palabra árabe “alcor” que significa colina o altozano. Otras teorías afirman que la pasta para el vidriado del barro se llama “alcor” y dado que se utilizó mucho, se empezó a llamar a los habitantes alcoreros y al pueblo Alcorcón.

El primer documento en el que se hace referencia a Alcorcón data de 1208 y fue expedido por Alfonso VIII para determinar los límites de la jurisdicción de Segovia.

Durante la Edad Media, un grupo de cristianos procedentes del norte de España, se asientan en la zona del Prado de Santo Domingo fundando una aldea de origen agrícola. En su asentamiento se levantó la ermita de Santo Domingo de la Ribota, la cual desapareció en el siglo XVI junto a su población.

En 1496 se establecen los límites entre las jurisdicciones de Madrid y Toledo, perteneciendo Alcorcón a la primera y Móstoles a la segunda. De este periodo es el pasado alfarero de Alcorcón debido al excelente barro existente en su suelo. Durante el reinado de Felipe II se publicaron las Relaciones Topográficas de Felipe II. En ellas aparece una referencia a la alfarería de Alcorcón asegurando que esta cubrió las necesidades de los vecinos de la capital de España.