La meditación y mindfulness como herramientas y técnicas de relajación, hacen que nos conozcamos un poco mejor, desarrollemos nuestro potencial y reunamos la fuerza interna necesaria para alcanzar y superar nuestros retos, vencer a nuestros fantasmas y aceptar lo que somos y tenemos en la vida.
APRENDER A MEDITAR
¿Cuánto tiempo llevas pensando que necesitas cambiar algo? ¿Y cuántas veces les has intentado poner nombre y no terminas de atinar?
No te traemos «la pulga de Benito» ni la solución mágica a todos tus quebraderos de cabeza, aunque si te hablamos hoy de una herramienta que resulta bastante eficaz si la utilizas en el tiempo.
Si te paras a pensar, somos animales de costumbres, todos los días vamos por el mismo camino al trabajo, nos sentamos en el mismo sitio para comer, dormimos en el mismo lado de la cama, etc.
¿Qué pasaría en tu vida si tan sólo un día cambiases una de tus costumbres? Piensa, no esperes aquí la respuesta. ¿Qué cosas nuevas, situaciones nuevas se darían? Y a partir de esas nuevas situaciones, ¿podría cambiar algo?
Todo esto viene a que si hacemos cambios en nuestras rutinas es posible que empezamos nuestro propio camino de transformación.
Para ello, para reunir las fuerzas necesarias podemos utilizar la Meditación.
¿QUÉ ES LA MEDITACIÓN?
Es un entrenamiento para la mente y el alma, que potencia los cambios que desees en tu vida, a través de técnicas de relajación.
¿PARA QUÉ SIRVE LA MEDITACIÓN?
A través de la meditación vas a poder construir tu energía interna, desarrollarla de modo que tu motor este siempre en el nivel perfecto de revoluciones.
Desarrollaras mucha fuerza interna y tus regiones cerebrales encargadas de la felicidad y la alegría cobraran más presencia en tu vida.
Además, como es un entrenamiento mental, aumentaras la capacidad de tu cociente intelectual y de paso estimularas tu sistema inmunológico.
Como te decíamos no es algo que vaya a ocurrir de hoy para mañana, necesita su tiempo y preparación, como un buen guiso.
Es un entrenamiento duro, pues enseguida comprobarás que las primeras veces cuesta guardar la concentración, por eso te recomendamos que busques centros especializados o empieces a través de meditaciones guiadas que puedes descargar de páginas especializadas.
Aun así, debes mantener la motivación, no te desesperes si en las primeras sesiones no alcanzas la tierra prometida, como ya te hemos dicho, se trata de un entrenamiento y este se empieza a notar tras varias semanas, como los entrenamientos físicos.
Acceder a practicar la meditación, supone cambiar rutinas como te decíamos al principio, pero también creencias, creencias que a veces no somos conscientes ni que las tenemos y que nos impiden hacer cambios en nuestra vida. Por ejemplo, mucha gente cree que la mejor vida es la que no tienes nada que hacer. Si lo piensas, en el fondo esta creencia te limita para conseguir la vida que quieres.
Por eso el mero hecho de empezar un proceso de meditación ya supone romper con algunas de tus creencias, o no, eso depende de ti.
La meditación proviene de la religión budista, pero poco a poco se ha occidentalizado y ya forma parte de la psicología, junto con el mindfulness, tan de moda en estos tiempos.
La diferencia entre una técnica y otra radica en que el mindfulness es la primera técnica de relajación que se utiliza en la meditación, se trata de centrar o tener la atención plena a lo que hacemos aquí y ahora. Esta técnica se ofrece como algo separado de la meditación y se ha comercializado con mayor éxito que la meditación en sí misma.
La verdad es que, si quieres empezar por algo, el mindfulness puede ser una buena opción para principiantes, eso sí siempre y cuando no lo utilices solo para aspectos materiales, ya que, si es así, es probable que desvirtúes el sentido de estas técnicas y acabes abandonando con la sensación de que no sirve para nada.
El sentido, el para qué de la meditación entre otros, es soltar y aceptar. Es decir, soltar aquello a lo que estamos aferrados desde hace años y que en realidad no nos aporta nada en nuestra vida, y a la vez mantenemos un apego que no queremos que desaparezca. Te preguntarás por qué pasa esto.
Bien, una de las explicaciones de que nos cueste deshacernos de objetos, relaciones o sentimientos es porque siempre encontramos un beneficio en esto, es decir, si mantenemos una relación con una persona que no nos gusta o es tóxica para nosotros y no sabemos cómo terminarla, probablemente estemos sacando un beneficio particular, puede que sea estar escondido de cara a la galería, o nos sirve de excusa para no afrontar algo… en fin, que la meditación puede ser una liberación en toda regla.
La otra parte consiste en aceptar lo que eres, lo bueno y lo malo, conocerse un poco mejor y saber recibir en nuestro interior todo aquello que tenemos y sepamos gestionarlo. Dicho de otra manera, tener disposición para recibir, ya que la mayoría de nosotros estamos dispuestos a dar, pero nos cuesta recibir.
Todo esto puede parecer fácil, pero como ya te hemos comentado, es un proceso que hay que empezar despacio y que lleva su tiempo de entrenamiento.
BENEFICIOS DE LA MEDITACIÓN
Si accedes a iniciarte en este mundo tan espiritual y a la vez tan necesario, estos son los beneficios que vas a disfrutar:
– Mejora de tu salud física y mental
– Reduce tu nivel de estrés y ansiedad
– Combate tus noches de insomnio
– Mejorar tu concentración y tu memoria
– Incremente tu creatividad y agilidad mental
– Aumenta tu potencial
En resumen, aunque pueda parecerte que la meditación y/o mindfulness sean para otros, podemos asegurarte que según hemos consultado a los expertos, es una disciplina cada vez más necesaria en nuestras vidas, teniendo en cuenta el estilo de vida en el que nos vemos inmersos y en el que la despersonalización, la falta de valores y el desequilibrio entre lo que somos y lo que hacemos es cada vez más abundante.